A la edad de 82 años fallecía el pasado 28 de diciembre el dibujante de prensa madrileño Máximo San Juan debido a una parada cardiorespiratoria. Una figura de gran importancia para el periodismo español del siglo XX que con sus viñetas e ilustraciones en numerosos periódicos de prestigio como Pueblo, La Codorniz o EL PAÍS marcó una época. Y es que sus estilo y su particular humor tan personal como intelectual que hacían reflexionar a todo aquel que las leía sirvieron para definir la situación política que atravesaba nuestro país durante los últimos tiempos del Franquismo y la época de la Transición.
Pero además de sus dotes como dibujante de prensa, Máximo San Juan también destacó en vida por la publicación de libros como Historias impávidas, Carta abierta a la censura o No a la Otan y otros incordios donde supo sintetizar perfectamente episodios de la historia más reciente de España. También adaptó la obra teatral La Tierra es redonda (Armand Salacrou) y particpó en exposiciones tanto individuales como colectivas que le valieron premios tan importantes como el González-Ruano del periodismo.
Muchos fueron los que el día de su muerte lo recordaron como el es caso de Antonio Fraguas: “Máximo fue uno de los puntales fundamentales para el desarrollo del humor gráfico en España con un trabajo tan personal como evidentemente unívoco”. Pero también el Ministro de Educación, José Ignacio Wert quiso hacerle un homenaje con sus palabras: “la prensa española está de luto por la pérdida de Máximo y su humor, que era un vehículo para trasladar firmes convicciones éticas, sociales y políticas, donde la sonrisa instintiva daba paso a una reflexión sobre la cuestión que planteaba”. Y es que pocas figuras de la prensa española han sabido retratar tan bien a través de un humor como el suyo, la situación de España en esos años tan difíciles y de tanta incertidumbre que vivía nuestro país.